El enemigo principal de este señor es la actual dirigencia de la APSE
El oportunismo de Manuel Sandoval
Tengo claro que esta discusión no es de interés para la mayoría de las personas que usan el Face Book y que apenas si interesará a los afiliados a la APSE y a algunos sindicalistas. Pero publico el enlace en FB porque el señor Sandoval ha usado este medio para difundir un artículo que lleva el título de “El lamentable papel de la dirigencia de la APSE: Dividir… para que no haya huelga general indefinida”. En todo caso, al final de mi comentario reproduzco de manera integra el artículo de el señor Sandoval, para que puedan contrastarse las opiniones de ambos.
Para que no se diga que me entrometo en la discusión interna de una organización, advierto que: i) la discusión la ha hecho pública el señor Sandoval y ii) que la organización a que pertenezco, la AFUMITRA, ha sido aliada de la APSE desde hace años y por tal razón creo conocer bastante a sus dirigentes y su comportamiento como para opinar.
1) El recurso a la descalificación: A pesar de que el artículo del señor Sandoval está compuesto por unos pocos párrafos, ellos rebosan de calificativos tales como “burocracia divisionista”, “Ricardo Molina y lo otros burócratas de la APSE”, etc., que dedica a la actual dirigencia de la APSE. También abunda en afirmaciones temerarias del tipo: “La cúpula de la APSE tal vez se confió demasiado en la relación estrecha que mantiene con algunos jerarcas del MEP y del Ministerio de Trabajo”; “pese a toda la cháchara ultraizquierdista que está haciendo la dirigencia de la APSE”; “están dividiendo el movimiento de masas”; “Ya no es Albino el que hace estas maniobras, ahora las hacen los dirigentes de la APSE”, etcétera, etcétera. Sin duda estás opiniones no tienen otro propósito que el de ganar adeptos para el grupo “Cambiemos”, al que dice pertenecer el señor Sandoval, a costa de desprestigiar a la dirigencia que les ganó las elecciones hace unos meses. Es decir, el feroz e irracional ataque contra la dirigencia de la APSE, en un momento en que el Gobierno excluye a esta organización de la negociación de la convención colectiva, con la complicidad de otros sindicatos, como represalia porque aquella convoca a una huelga, no se puede entender sino como oportunismo electoral de la peor ralea.
2) Acusar de divisionista a la APSE por llamar a una huelga el 29 de junio. El señor Sandoval ha insistido, no digamos desde hace meses, sino desde hace años, en una “huelga general indefinida” que, según su parecer, es buena en cualquier momento y situación. Pero cuando la Junta Directiva de la APSE propone al Consejo Nacional ir a una huelga de un día y éste aprueba tal propuesta, entonces el señor entiendo esto como “una maniobra burocrática divisionista”. No importa que haya sido el Consejo Nacional quien acordó ir a la huelga el 29 y que de manera respetuosa, pero guardando su autonomía, la dirigencia de la APSE haya comunicado al BUSSCO su decisión y los haya invitado a sumarse al movimiento. En todo caso, el llamar a una protesta de un día en un momento en que el resto de organizaciones están envueltos en diálogos infructuosos con el Gobierno, no puede entenderse como un intento por dividir, sino como un esfuerzo por mantener la resistencia contra el intento por recortar los derechos laborales de los empleados públicos.
3) ¿La APSE va de pique; el BUSSCO es la salvación del movimiento de masas?: Nada más oportunista que desconocer, como lo hace el señor Sandoval, que al interior del BUSSCO existen conflictos por una conducción anti-democrática y no por simples pugnas entre “burócratas”. La forma en que se convocó la huelga de los días 26 y 27 de abril por parte de una camarilla autoritaria, provocó graves roces entre los sindicatos del BUSSCO. El intento de la “camarilla” de excluir a la APSE de las negociaciones posteriores a la huelga, es evidencia de que desde hace tiempo al interior del BUSSCO se ha dado una discusión entre el grupo que hegemoniza a esa instancia y otras organizaciones como la APSE que no han compartido la estrategia que ha prevalecido. De esto hay pruebas documentales: en noviembre la APSE junto a otras organizaciones presentó al BUSSCO la “propuesta para reorientar la agenda coyuntural del BUSSCO”, que cuestionaba el abandono la movilización luego de la huelga del 16 de octubre de 2015 y proponía organizar la “huelga indefinida” en los primeros meses del 2016. Los gravísimos errores de conducción del BUSSCO, entre los que están el interrumpir durante los meses de noviembre y abril la movilización, el presentar una agenda de “ensueño” luego de la huelga del 26 y 27 al Gobierno, equivocando al interlocutor válido en esta coyuntura (la Asamblea Legislativa) y el firmar un acuerdo de no ir a huelga mientras se estuviera negociando, todos estos errores corren a cargo de esa “camarilla” y, a lo sumo, se puede responsabilizar a la dirigencia de la APSE de sumarse a algunas de esos errores en aras de mantener la unidad.
Que hay gravísimos problemas de autoritarismo dentro del BUSSCO lo testimonian bien la salida de la AFUMITRA de esa instancia en febrero (las razones se hicieron públicas en ese y momento) y lo deberían testimoniar la CGT, el SISSS y SINTAFF : a la primera se le ha excluido no solo de las negociaciones sino de la llamada “Comisión Política” y a los otros sindicatos se les dejó por fuera de la negociación del acuerdo para la “reposición de tiempo”.
4) Justificar la exclusión de la APSE de la negociación de la Convención Colectiva: El señor Sandoval tiene tal inquina contra la actual dirigencia de la APSE que justifica la posición de la ANDE y el SEC al aceptar que el Gobierno excluyera a la APSE de la negociación de la convención colectiva. Dice este señor: “… para mantener la negociación vigente, tenían que firmar (ANDE y SEC), y lo que criticamos, es que no lo hagan bajo protesta y abriendo las comisiones que se establecerán a la APSE.”. Aquí hay simple mala fe o el señor Sandoval, cegado por su oportunismo electoral tempranero, desconoce que el acuerdo que el Gobierno reclama como irrespetado por la APSE, se refiere precisamente al que compromete a los sindicatos a no acudir a la paralización de labores mientras se continúe la negociación sobre los temas que originaron la huelga. Y todos sabemos que esos temas no incluyen la negociación de una convención colectiva en el MEP; tema que es totalmente ajeno a la motivación de la huelga del 26 y 27 de abril y a la convocatoria por la APSE para el 29 de junio. De manera que en lugar de afirmar que está bien aplicada la “disciplina” a la APSE por parte del Gobierno y justificar la complicidad de las organizaciones magisteriales que aceptaron el condicionamiento (negociar sin la APSE), en lugar de esto, se debería denunciar que la exclusión de la APSE de la negociación de la convención colectiva es una arbitrariedad que violenta el derecho a la negociación colectiva. ¿O es que no se entiende que el Gobierno excluye a la APSE de una negociación que se estaba llevando de manera paralela en el Magisterio Nacional y no de la “mesa de negociación” que se derivó de la huelga del 26 y 27 motivada en otros temas (proyectos de ley contra el empleo y los salarios públicos)? ¿No se entiende la arbitrariedad de excluir a la APSE de la negociación de la convención colectiva por violar un acuerdo que tiene que ver con otro tema? Oportunismo electoral tempranero es el velo que nubla el entendimiento de este señor.
5) ¿Ricardo el “burocráta”? Que el discurso contra la dirigencia de la APSE raya en lo panfletario y demagógico, lo testimonia la insistencia del señor Sandoval en calificar a los directivos de la APSE como “burócratas”. Es bien sabido que ese término es una muletilla de algunos grupos que en lugar de hacer análisis de la realidad, declaman el catecismo de su secta. Por ejemplo, llamar “burócrata” al Presidente de la APSE, al compañero Ricardo Molina, que recién ha pasado a ser funcionario temporal de esa organización y todavía en diciembre era profesor de matemáticas, demuestra la poca seriedad y la mala fe de las críticas de un señor que tiene, es cierto, legítimas pretensiones de ser dirigente de la APSE, pero que no encuentra otro medio más que recurrir a acusaciones absurdas contra compañeros que todos reconocen por su honestidad y entrega a la lucha.
6) ¿Relación estrecha de la ASPE con algunos jerarcas del MEP y del Ministerio de Trabajo? El señor Sandoval, entusiasmado con su propio discurso calumniador, se atreve a afirmar que los dirigentes de la APSE tienen estrechos vínculos con autoridades del MEP y del Ministerio de Trabajo. ¿Cuáles son las evidencias de este “estrecho” vínculo? Bueno, al parecer esa afirmación no tiene otro sustento que el propio dicho de alguien que acostumbra tomar por cierto lo que lo hace imaginar su forma cajonera y sectaria de interpretar la realidad. Tan retorcida es su lógica que, inmediatamente luego de “denunciar” la estrecha relación de APSE con el Gobierno, tiene que afirmar, porque la propia realidad lo contradice, que a pesar de esa intimidad, el Gobierno tomó la decisión de marginar a la APSE de la negociación de la convención colectiva. Si hay alguna evidencia es la contraria: que la APSE no tiene fuertes vínculos con el Gobierno y al contrario, tales autoridades la catalogan como una organización “incomoda y poco manejable”. Por cierto, fue la APSE junto con la CGT, la única organización del BUSSCO que se negó a entrar en esa suerte de “negociación-desmovilizadora” que inició en noviembre de 2015, se interrumpió brevemente con la huelga del 26 y 27 de abril, y continúa aún hoy en día, aunque a los compañeros del BUSSCO les guste de cuando en cuando amenazar con la “huelga indefinida”, sobre todo cada vez que el resultado de una sesión de “negociación” les frustra sus fuertes expectativas puestas en ese “debate” con el Gobierno de Solís.
7) ¿La APSE es tan maniobrera como el que más? Recurriendo a una opinión muy extendida en el Mundo Sindical, el señor Sandoval, para hacer más efectista su enclenque argumentación contra la dirigencia de la APSE, dice que ésta organización supera en
maniobras divisionistas y componendas subterráneas al que algunos consideran el maestro de las maromas sindicales. Entiéndase que este señor, Manuel Sandoval, es un afiliado de la APSE y representante de una de los grupos de oposición que disputan la dirección de ese sindicato. ¿Hay mayor enemigo que aquel que, desde dentro y sin ninguna consideración para la dignidad de otros compañeros, declara enemigos a muerte a una dirigencia democráticamente elegida porque, retorciendo la realidad gracias a su espíritu sectario, ve en los errores de dirección o en las decisiones que no comparte, traiciones descaradas, maniobras divisionistas, componendas con la patronal; en fin, que ve a sus compañeros de organización como los “enemigos de clase” a los que se debe destruir?
¿Por qué no aceptar que existen diferencias de enfoque que pueden resolverse en una sana competencia democrática? ¿Por qué apuntar como principales enemigos a compañeros de la propia organización? ¿Por qué llegar al nivel de justificar toda maniobra que practican otros contra la APSE, incluyendo al Gobierno mismo, y en cambio condenar a la dirigencia de la APSE, porque se mueve o porque se queda quieta? Respondería: por puro oportunismo electoral tempranero.
Heredia, 6 de junio de 2016.
Franco Benavides Flores
Secretario General de la Afumitra
EL LAMENTABLE PAPEL DE LA DIRIGENCIA DE LA
APSE:
DIVIDIR… PARA QUE NO HAYA HUELGA GENERAL
INDEFINIDA
Con el llamado a huelga para el 29 de junio, la
dirigencia de la APSE trataba de limpiarse la cara, por el repudio que provocó
en las bases el que se haya opuesto a la huelga del 26 y 27 de abril. Una maniobra burocrática divisionista, pues
en ningún momento trataron de negociar con la ANDE y el BUSCO una movilización
unitaria antes de la salida a vacaciones. El objetivo de la cúpula de la APSE
era tirar sola a la organización para recuperar el control de la misma, porque
es claro, que una huelga sectorial de un día no le hace ni cosquillas al
gobierno.
La cúpula de la APSE tal vez se confió demasiado en la relación estrecha que mantiene con algunos
jerarcas del MEP y del Ministerio de Trabajo, porque el gobierno respondió
fuerte a la amenaza de huelga el 29, dejando por fuera de la negociación de la
convención colectiva a la APSE.
Ricardo
Molina y los otros burócratas de la APSE le están cobrando a las dirigencias de la ANDE y del SEC
que se hayan prestado a esta maniobra. Efectivamente, está mal que firmen con
el gobierno mantener la convención actual durante un año, y que no denuncien la
marginación de la APSE. Es innegable, sin embargo, que para mantener la
negociación vigente, tenían que firmar, y lo que criticamos, es que no lo hagan
bajo protesta y abriendo las comisiones que se establecerán a la APSE.
La principal responsabilidad del desastre la tiene, sin
embargo, la cúpula de la APSE, que al día siguiente de la huelga del 26 y el
27, firmó, junto a la dirigencia del BUSCO y la ANDE, no realizar ninguna
medida de presión mientras estuvieran negociando con el gobierno.
Lanzar solos el movimiento del 29 es, evidentemente, un
error, que el gobierno aprovechó para “disciplinarlos”, y pese a toda la cháchara ultraizquierdista que está haciendo la
dirigencia de la APSE al estilo de “nosotros sí luchamos” y no tenemos
miedo de ir para adelante”, lo cierto es, que el gobierno ha logrado que le
capitulen de la manera más miserable. Camuflándose con el llamado a huelga del
29 de junio, están dividiendo el
movimiento de masas en el momento en que más se necesita la unidad de
acción y la confluencia de todos los sectores hacia una huelga general
indefinida.
El sábado pasado, en el Consejo Nacional de la APSE, se
votó por mayoría, con un tercio de los miembros del organismo en contra, la
salida del BUSCO. Esto le tiene que encantar al gobierno, porque debilita la
perspectiva de una huelga nacional contra los proyectos para desmantelar los
pluses salariales. Con la huelga del 26 y el 27 de abril, el BUSCO estaba surgiendo como una instancia de centralización del
movimiento de masas pese a su dirigencia burocrática y conciliadora.
La
cúpula de la APSE, mañosamente, se
justifica, diciendo que el BUSCO acaba de aceptar una agenda de negociación con
el gobierno de los proyectos que hacen fila en la Asamblea Legislativa para
atacar a los sectores populares. Extraño argumento, porque en las reuniones
anteriores la APSE no se había opuesto a una agenda así, sólo cuestionaba el
plazo de seis semanas que asignaba el gobierno para discutir sobre una ley de
Empleo Público, señalando que el asunto corresponde más bien a la Asamblea
Legislativa y no debía prolongarse demasiado la discusión con el gobierno. De
acuerdo a APSE Informa, el BUSCO coincidía con la APSE.
Sin embargo, démosle la razón a la dirigencia apsina y
aceptemos lo que dicen, de que el BUSCO le capituló al gobierno con la agenda
de las reuniones. Habría que abrir una discusión al respecto de cara a las
bases de los sindicatos que integran el BUSCO.
Curiosamente, cuando los compañeros de CAMBIEMOS
mocionaron en este sentido, para emplazar a la ANDE y el BUSCO, e invitarlos a
que se expliquen ante el Consejo Nacional de la APSE, la dirigencia de la APSE
se opuso a las mociones.
¿En qué quedamos entonces? ¿Un pleito en las cúpulas, que al único que le sirve es al gobierno?
HAY QUE EXIGIR UNA ASAMBLEA DE PRESIDENTES DE BASE, PARA
OBLIGAR A QUE SE DIGA LA VERDAD Y SE DEJE DE DIVIDIR AL MAGISTERIO Y EL
MOVIMIENTO SINDICAL
YA NO ES
ALBINO EL QUE HACE ESTAS MANIOBRAS, AHORA LAS HACEN LOS DIRIGENTES DE LA APSE (el destacado no pertenece al original)
(Comentario escrito por Manuel Sandoval,
publicado el día 6 de junio de 2016 en el “grupo” de FB “Sindicatos”)